Frase o Cita de esta semana:

"Nacer es el comienzo de un viaje que la muerte no detiene, por el contrario, esa transformación, esa liberación le permite al alma liberarse del cuerpo, esto permite seguir el viaje hacía la eternidad donde nos encontraremos con nuestra Divinidad"
Time of Metanoia

28 de mayo de 2012

El juego de las apariencias

Una pareja de casados deciden ir de compras a una boutique de muebles luego de haber comprado su casa.  Se encontraban ansiosos por amueblar su hogar así  que todo sería nuevo y no escatimarían en gastos. Juntos partieron esa mañana hacia su destino, les esperaba un día muy largo.

La boutique contaba con lo mejor en líneas de diseñador, accesorios exclusivos así como los más costosos en toda la ciudad. Lo que distinguía al lugar era el servicio, uno catalogado como excelente para el tipo de cliente exigente. Sus vendedores eran clase A, expertos en convencer a quien sea de que merecía esos lujos y Anthony era uno de ellos. Por sexto año consecutivo llevaba el título de vendedor del año. Aunque recibía sus buenas comisiones se encontraba endeudado y estaba a punto de perder su casa. Solía presumir ante sus compañeros de trabajo que nunca se equivocaba a la hora de reconocer un comprador potencial. Se jactaba de poder desenvolverse con gente adinerada pues según él tenía clase y estilo.  Esa mañana le preocupaba algo más,  necesitaba realizar una gran venta para pagar el atraso de su hipoteca.

La pareja llegó temprano. Anthony los divisó desde una esquina durante un momento. Los analizó como era su costumbre, pero decidió no atenderlos. Así que cedió el espacio a los otros vendedores. La forma de vestir de los casados no era la apropiada de unas personas de dinero, sólo entran a curiosear y hacerme perder el tiempo, pensó Anthony. Otros vendedores lo imitaron. Unas personas en mahones y t-shirt deberían visitar la mueblería donde más barato venden, concluyeron. El mayor de los vendedores en edad y experiencia llamado Don Juan le pide a Anthony que atienda a la pareja ya que le correspondía por turno, pero se declaró indispuesto y le solicitó a Don Juan que los atendiera. Accedió conociendo lo que estaba pasando.

La esposa ya impaciente se pudo percatar que no los atendían. ‘¿Será nuestra vestimenta?’ Le pregunta al esposo. ‘Si es así son gente ignorante, no saben quiénes somos, deberíamos dar una queja a los dueños’. La pareja enfurecida no sabía qué hacer, abandonar el lugar o formar un avispero. El esposo le comenta: ‘No te preocupes, esta gente no son iguales a nosotros, probablemente no han estudiado y se han tenido que conformar con ser unos simples vendedores. Mejor será marcharnos de aquí’.

Don Juan se acercó a la joven pareja para saludarles y darle la bienvenida. Era su último día de trabajo en la mueblería ya que se retiraba del campo laboral. Recibió a los clientes ya disgustados con mucha cordialidad y respeto. Le ofreció el mejor servicio como lo hubo hecho por los pasados veinte años y en cuestión de minutos logró que la pareja olvidara su mal rato. Fue la venta más grande registrada hasta el momento. Debido al rato que estuvieron esperando le redujo el costo de todo el mobiliario sacrificando la mitad de su comisión. Cuando Don Juan terminó con el recibo de toda la compra se lo entregó a Anthony. ‘Reclama tú la comisión te la regalo, ve y paga tu casa para que tus hijos no se queden sin un techo’.

Moraleja:
Anthony aprendió una gran lección. Su altivez y su orgullo no lo dejaron ver más allá de una simple apariencia. Sus compañeros se dejaron llevar por la corriente actuando igual. La pareja rechazada optaron por hacer lo mismo, juzgaron y se sintieron superiores. Finalmente Don Juan brindó el mejor regalo de su último día de trabajo. Fue luz en medio de oscuridad, dio lo único que le quedaba porque sabía que la alegría del alma es dar lo mejor de ti no importando a quién.


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