Frase o Cita de esta semana:

"Nacer es el comienzo de un viaje que la muerte no detiene, por el contrario, esa transformación, esa liberación le permite al alma liberarse del cuerpo, esto permite seguir el viaje hacía la eternidad donde nos encontraremos con nuestra Divinidad"
Time of Metanoia

11 de agosto de 2013

Dios no le creó en Las Vegas


Nada es al Azar. A lo largo del camino he escuchado a personas decir: Yo no he escogido esto, yo no elegí nacer así. Yo no escogí mis padres ni tampoco elegí el entorno que me rodea.  Ellos culpan a lo que llaman destino de todo lo que les sucede.  Piensan que la vida es un asunto del azar, que la vida es un producto de la suerte pero no saben que nada de esto es así. Todo lo contrario, cuando ves el cuadro completo con los ojos espirtuales descubres que tú haz elegido todo en común acuerdo con Dios. ¿Cómo lo sabemos? Es lo que EL te está permitiendo vivir. 

Haz estado tomando decisiones una y otra vez y te has convertido en el creador de tu propia vida. Tus circunstancias y tus consecuencias han sido permitidas por EL debido a tu libre albedrío otorgado desde tu creación. Lo has hecho desde antes de venir a la tierra, escogiste tu ambiente, tus padres, tu familia y todas aquellas personas con quienes te has encontrado en el camino. Aún las que entiendes te han hecho “daño” resulta que han llegado a ti con un propósito, también las circunstancias positivas o negativas que te han ocurrido, te han acontecido porque todo lo que sucede aquí es parte de un plan divino lo entiendas o no. No debes maldecir tus circunstancias sino bendecirlas porque aunque en este plano físico no puedes realizar o entender el sentido que tienen, se hará claro tarde o temprano en tu vida.

Nuestra incapacidad para reconocer y sentir el sufrimiento de otras personas es lo que está concibiendo el sufrimiento en el mundo.

Cada experiencia te ayuda a despertar de este mundo físico, cada alegría y cada dolor te recuerdan que eres un alma bendita y llena de luz. No es como te han dicho, que eres un ser indigno sino que eres un ser majestuoso viviendo una experiencia terrenal con el fin de alcanzar tu evolución espiritual. Depende sólo de ti encontrar todo lo bueno de que eres capaz... vienes de hecho con la bondad y el amor en tu ser.  En este mundo todos tienen una conciencia la cual puede ser de dos maneras: elevada o baja. Ves estos tipos de conciencia todos los días en los medios noticiosos y a tu alrededor. Un hombre se tira a las vías del tren de NY para rescatar a otro, un joven argentino salva la vida de un bebé que cayó de un tercer piso, una mujer muere por salvar a un niño de ser ahogado, y tantos actos como estos se realizan diariamente, a cada minuto alrededor del planeta. Estos seres poseen una conciencia elevada, son capaces de dar su vida por los demás en cualquier peligro. Muestran bondad, amor, compasión y no sólo por sus allegados sino por personas completamente extrañas. Algunos escriben libros para ayudar y guiar a otros en la senda de la vida, otros escriben canciones hermosas porque saben que tocarán la vida de alguien con su letra. Ellos eligen la bondad, la templanza, la mansedumbre, la humildad, la paz, el amor, la empatía, la amistad, el perdón, el servicio, la lealtad y la verdad.

La política, la religión, el dinero, el poder y la fama han sido muy responsables de lo que 
nos sucede... ¡Todas nos dividen!

En el mismo mundo en que vivimos vemos personas de baja conciencia. Un hombre mata a su esposa y publica la foto en facebook, niños sirios son acribillados por la violencia en Siria, personas manifiestan odio racial hacia los inmigrantes en los Estados Unidos y personas del cartel de las drogas en Mexico asesinan a hombres y mujeres en las calles del país y los cuelgan en los puentes. La baja conciencia es el resultado de la ignorancia del hombre sobre su unicidad con la conciencia divina. Es cuando se encuentra apartado de la luz y sobre su vida sólo reina oscuridad porque así lo ha elegido. Lo importante aquí no es señalarlos ni juzgarlos sino ser lo suficientemente compasivos para saber que están dormidos y necesitan ser despertados. 

La política, la familia,  la religión, el dinero, el poder y la fama han sido muy responsables de lo que les sucede. La corriente de este mundo ha logrado que la sociedad haya puesto la mira en las cosas materiales, el apego a este mundo, el odio, la intolerancia y ha provocado que las personas olviden lo eterno, el verdadero reino. Los programas y anuncios comerciales nos han enseñado a nutrir el cuerpo físicamente, a cuidarlo, las dietas, a vestirnos bien, tener una casa lujosa, un buen carro, dinero, pero es raro que te sientes a ver televisión y encuentres programas de ayuda para estar en paz con tu espíritu, cómo nutrirlo o cómo elevar tu conciencia.  En cambio te inundan con las famosas novelas o series que muestran cómo vengarte, cómo matar al que se te ponga en tu camino, cómo engañar, usurpar y robar para seguir la teoría de que el más fuerte sobrevive.

El ser humano es bueno en sí mismo, pero no parece estar convencido de ello. Al tener este desconocimiento comete las atrocidades que vemos a diario a nuestro alrededor. El ser humano tiende a hacer el bien, lo anhela, lo atrae y lo busca. Esto es algo natural de hacer porque eso es lo que anhela hacer su alma. El hombre necesita encontrar las herramientas que le permitan recordar lo que realmente son, de dónde vienen y a quién pertenecen. Si realizan la búsqueda despertarán del sueño y se podrán ver como seres iluminados. Entonces recordarán el éxtasis de la unión con lo divino, la bienaventuranza del espíritu y de lo que estamos hechos, de puro amor.

El ser humano es bueno en sí mismo, 
pero no parece estar convencido de ello.

Los grandes maestros han brindado a la humanidad dos grandes tesoros para la realización del ser, para elevar nuestra conciencia:  La oración y la meditación.  Mientras más personas utilizen estas herramientas sagradas, la conciencia colectiva comenzará a cambiar. No te basta sólo orar por tus amigos y familiares, por sólo a los que amas, eso cualquiera lo puede hacer. Nuestra incapacidad para reconocer y sentir el sufrimiento de otras personas es lo que está concibiendo el sufrimiento en el mundo. Cuando nos sentimos separados de los demás viene la indiferencia. Realiza el ejercicio de orar por los que te persiguen, por los que hablan mal de ti, por los que no piensan igual que tú. Recuerda a los presos en las cárceles, los enfermos solitarios en las frías salas de hospital, por los ancianos, por las viudas, los que duermen en las calles sobre cartones de papel, los que buscan su alimento en los zafacones de basura, los que piden limosna para poder comer, los adictos a drogas y alcohol y no dejes de orar hasta que no sientas la flecha del otro en tu propio pecho. Oremos por los asesinos, los violadores, secuestradores, los que colocan bombas para herir a masas, porque ellos mas que todos necesitan de personas de alta concienca que piensen en ellos, para que la luz cubra las tinieblas de su corazón y vuelvan a recordar quiénes son.

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