Frase o Cita de esta semana:

"Nacer es el comienzo de un viaje que la muerte no detiene, por el contrario, esa transformación, esa liberación le permite al alma liberarse del cuerpo, esto permite seguir el viaje hacía la eternidad donde nos encontraremos con nuestra Divinidad"
Time of Metanoia

26 de diciembre de 2010

Nuestra Metanoia

Nuestra metanoia, nuestra transformación, nuestro re enfoque nos motiva a compartirlo  con el fin de ayudar a otros a profundizar, reflexionar sobre los caminos, pensamientos, manifestaciones y afirmaciones realizadas en el pasado. Una vez Buda les dijo a sus seguidores: Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo.

Esas palabras de quien una vez fue un príncipe como tantas otras de grandes maestros y sabios nos brindaron luz para realizar esa transformación y despertar a una verdad absoluta, un encuentro de nosotros mismos con la realidad sobre todo lo que nos rodea, tanto en el aspecto físico como espiritual.

Comunicar nuestra metanoia nos expone a muchos señalamientos, pero recordamos un pensamiento de Mahoma  “Di la verdad aunque sea amarga. Di la verdad aún contra ti mismo” ese pensamiento nos llevó a la reflexión dando paso a la liberación de pensamientos acumulados y callados por años…llevándonos a nuestra verdad.

Los textos Sagrados de todas las religiones persiguen de una manera u otra los caminos, las enseñanzas de su Dios, de su Creador, de su Divinidad entre otros nombres, dando paso a un sin fin de religiones, no ya un conjunto de ritos y costumbres, sino un medio que hemos utilizado para separarnos. Jonathan Swift dijo una vez “Tenemos bastantes religiones para odiarnos unos a otros, pero no las suficientes para amarnos”. Este pensamiento expresa una gran verdad: Dios no es religión es más que eso…es Amor, pero muchos utilizan las religiones como enlace para llegar al Creador, lo ven como  medio de unificación, pero por la intolerancia a las creencias del prójimo se convierte en elemento de separación, lo que les lleva a olvidar en ocasiones lo que debería ser la meta de todas las religiones, la búsqueda del medio que los pueda poner cara a cara con el Creador.

Si unimos todos los sucesos de los últimos 20 Siglos y las distintas posturas asumidas por las iglesias, sacerdotes, pastores, ministros, gobernantes, emperadores, faraones, por mencionar algunos, nos lleva al compromiso de profundizar e interpretar el mensaje más allá de las interpretaciones simbólicas, tradicionales y culturales. Las mismas que fueron sujetas a interpretaciones circunstanciales, presiones indebidas o convenientes transformaciones según el momento histórico y político que atravesaba la humanidad en tiempos pasados.

El mismo Jesús estableció hablarle al pueblo por medio de parábolas estableciendo una diferencia como le transmitía el mensaje al pueblo vs a los apostoles según nos relata San Mateo 13:11.

Jesús les dijo: “Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; más a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aún lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden”.

Evidentemente, muchos de los secretos y misterios del reino del que habló Jesús pueden que hayan sido mal interpretados,  todo lo hablado, lo manifestado, lo afirmado nos obliga a profundizar, para tener el acceso a esos secretos que Jesús habló, más allá de las palabras escritas, que siempre están sujetas a interpretación de manera colectiva o individual.

Durante mucho tiempo hemos buscado en la profundidad del mensaje dejado por Jesús y de otros maestros, esa verdad que nos establece las Escrituras y que fue intoxicada con el pensamiento humano a través de sus redactores, permitiendo que se haya diluido el mismo. En este sentido recordamos a Gandhi cuando una vez mencionó que nunca hay que pactar con el error, aun cuando aparezca sostenido por textos sagrados.

Juan Pablo II dijo; “En realidad, todas las cosas, todos los acontecimientos, para quien sabe leerlos con profundidad, encierran un mensaje que, en definitiva, remite a Dios”

Todo nos parece indicar que el verdadero mensaje está más allá de las palabras escritas y/o interpretadas por nuestros antepasados…Continuamos en esa búsqueda, persiguiendo la verdad del verdadero mensaje…en el camino nos encontramos otras almas sedientas de ese conocimiento, de respuestas a preguntas e inquietudes y con las mismas desilusiones provocadas por la religión. Es entonces que le dimos paso a nuestra metanoia, a nuestro re enfoque… comenzando por asimilar los mensajes bíblicos desde un ángulo más intenso, más profundo, más espiritual, más natural y más simple.


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