Frase o Cita de esta semana:

"Nacer es el comienzo de un viaje que la muerte no detiene, por el contrario, esa transformación, esa liberación le permite al alma liberarse del cuerpo, esto permite seguir el viaje hacía la eternidad donde nos encontraremos con nuestra Divinidad"
Time of Metanoia

26 de enero de 2011

La limitación de las palabras

En algún momento en la vida nos hemos visto limitados en expresar algunas emociones por no encontrar las palabras adecuadas para expresar nuestros sentimientos que emanan de nuestro interior. También hemos vivido cuando nuestras palabras están sujetas a interpretaciones, en otras, sólo se acercan a lo que profundamente deseamos transmitir lo que nos lleva a más confusión tanto al que las recibe como al que las ofrece. En otras ocasiones vemos como no podemos trasmitir correctamente cuando nos encontramos en medio de  problemas o cuando se está atravesando por momentos estresantes.

Las palabras son símbolos, signos, ruidos que salen por nuestra boca que intentan comunicar, expresar nuestros pensamientos y sentimientos. La palabras que emite un ser humano en muchas ocasiones están sujetas a su estado de ánimo y por lo tanto pueden ser paralelas a muchas de sus acciones. Nuestra complejidad de emociones permite en ocasiones confundirnos, al igual que sucede con nuestras palabras.

Aunque un popular refrán dice; "Las palabras se las lleva el viento"… en ese contexto es cierto, en ocasiones olvidamos lo que decimos, lo que dio paso y motivo a los contratos escritos. Pero lo más significativo de las palabras es que pueden ayudarnos a entender o comprender algo, me explico, cuando tratamos de explicar por ejemplo que es la nieve a una persona que nunca la ha visto comenzamos con darle una explicación que busca describir con palabras la nieve, luego recurrimos a la imaginación de la persona y le presentamos algunas fotos o videos…esa persona tendrá una idea en su pensamiento o concepto definido de que es la nieve.  En su pensamiento sabe que sentirá frío…pero hasta que no pase por la experiencia de ver, sentir la nieve… nada de lo explicado tendrá su verdadero sentido…tendrá que tener su propia experiencia con la nieve para comprender realmente  qué es la nieve.

Antes de que el hombre desarrollara la escritura, suponemos que el lenguaje de señas era su medio de comunicación, posteriormente como vemos en los hallazgos arqueológicos los dibujos fueron no sólo una manera de comunicación sino un mecanismo para documentar sus emociones y sucesos en la vida primitiva, lo que nos lleva a otras preguntas.

¿Cómo Dios se comunicó con Adán y Eva?, ¿Cómo entonces Dios se comunicaba con ese hombre primitivo?, ¿Cómo lo hace con nosotros en la actualidad?

Desde la creación del hombre Dios quiso mantener una comunicación estrecha con su creación dotándole de sentimientos, pensamientos, experiencia para lograr tales propósitos. Aunque en ocasiones el sentimiento, los pensamientos y las palabras no armonizan del todo, pero tratar de explicarlo puede ser más complicado, aún así intentaremos explicarlo.

En nuestra alma residen los sentimientos, ellos son el lenguaje de Dios, es su primer recurso para comunicarse con nosotros. Ese especial lenguaje de Dios es más allá que los ruidos de la palabras y sus limitaciones, palabras que están sujetas a las interpretaciones y que metafóricamente hablando el viento o el tiempo pueden llevárselas al olvido. El lenguaje de Dios va directo a nuestros sentimientos…a nuestra alma, donde nada ni nadie interfiere con ellos, sin olvido alguno, esa comunicación queda grabada en nuestra alma hasta que logramos entenderlos. 

A veces los sentimientos son difíciles de descubrir, y con frecuencia aún más difíciles de reconocer. Sin embargo, en los más profundos de nuestros sentimientos se oculta nuestra más preciada verdad. El reto está en llegar a dichos sentimientos, descubrir el significado de los mismos sin las distracción que suele hacer nuestra mente a través de nuestros pensamientos o a los pensamientos inducidos por otros.

En nuestra mente residen nuestros pensamientos, ellos son los que generan los conceptos, muchas veces lo que deseamos lo convertimos en imágenes, dado que las imágenes son muchas veces más efectivas que la palabras. Lo vemos en la famosa frase que dice; “Una foto (o imagen) habla más que mil palabras”. Dios sin embargo utiliza los pensamientos por si usted no encuentra los sentimientos del alma…no dude que Dios pondrá imágenes en sus sueños, tal vez a usted u otros para que su mensaje sea recibido. Nuestra mente es capaz de descifrar más rápido las imágenes que interpretar las palabras, quizás los hombres primitivos descubrieron su eficacia por lo que dibujaron sus emociones, eventos y acciones.

El próximo recurso reside en la experiencia, como vimos en el ejemplo mencionado en la descripción de la nieve, hasta que la persona no pase por la experiencia de exponerse a la nieve no podrá darle sentido a su concepto de la nieve, hasta que no pase por la experiencia, tendrá solo un concepto, una idea…no tendrá una verdadera experiencia que le permita definir verdaderamente su concepto de nieve, por ende la experiencia viene hacer la forma más importante de esa comunicación que comienza con unos sentimientos, conceptuada en los pensamientos para llegar a la experiencia.

Así sucede con muchos de nosotros que hemos escuchado de Dios, pero no lo hemos sentido en el alma donde residen sus mensajes, no hemos tenido la experiencia de escucharle porque deseamos o esperamos por las palabras… Cuando usted tiene la experiencia con Dios la palabras sobran, no hacen falta porque de todas maneras no hay muchas palabras para describir ese re-encuentro, sólo el alma puede asimilar tan glorioso momento.

Las palabras son el último recurso de Dios en nuestra comunicación con EL, por no ser las más efectivas, por ser las que están sujetas a más interpretaciones, no se confunda, pero recuerde que es el último recurso de Dios.

Comprendido esto podríamos entender como Dios se comunica con nosotros, Dios siempre nos habla al alma, pero no todos estamos dispuestos a escucharle por nuestro enorme deseo de escucharle de la manera tradicional…la audible. Todos queremos escucharle, pero no tomamos tiempo para descifrar los sentimientos, los mismos que encierran nuestra gran verdad, nuestro mensaje…revelado por el sentimiento de Dios a nuestra alma, reafirmando esa relación estrecha que fue concebida desde el principio de la creación y que fue sellada por la vida de Jesús. No permita que las palabras le limiten en su relación, re enfoque y comience a buscar en su alma…ahí encontrará a Dios.



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