"Por cada bala, cada asesinato, cada muerte, cada lágrima... se ofrecieron miles de abrazos, miles de besos, miles de condolencias, miles demostraciones de apoyo, se prendieron miles de velas, se otorgaron miles de flores, se generó unión, hicimos el dolor de otros nuestro. Demostramos una vez más que el amor, la sensibilidad y solidaridad que el ser humano puede expresar es mayor que el daño que unos pocos pueden generar"
Grandes acontecimientos ocurrieron en el año 2012. Sucesos históricos como lo fue la re-elección del Presidente de Estados Unidos Barack Obama. El evento mundial de los Juegos Olímpicos celebrado en Londres dejaba al mundo sintonizado a los grandes eventos deportivos donde cada país celebraba con orgullo a los suyos. También fuimos testigos del gran fenómeno “Gangnam Style” interpretado por el coreano PSY quien rompió records en “You Tube” y puso a bailar al mundo entero con su famoso baile del caballo. La malinterpretada profecía Maya, para algunos el fin de la humanidad. Por otro lado, el mundo experimentó grandes cambios climatológicos, terremotos e inundaciones y el paso del Huracán Sandy por la costa este de los Estados Unidos convirtiéndose luego en la tormenta perfecta dejando caos y desolación.
Grandes acontecimientos ocurrieron en el año 2012. Sucesos históricos como lo fue la re-elección del Presidente de Estados Unidos Barack Obama. El evento mundial de los Juegos Olímpicos celebrado en Londres dejaba al mundo sintonizado a los grandes eventos deportivos donde cada país celebraba con orgullo a los suyos. También fuimos testigos del gran fenómeno “Gangnam Style” interpretado por el coreano PSY quien rompió records en “You Tube” y puso a bailar al mundo entero con su famoso baile del caballo. La malinterpretada profecía Maya, para algunos el fin de la humanidad. Por otro lado, el mundo experimentó grandes cambios climatológicos, terremotos e inundaciones y el paso del Huracán Sandy por la costa este de los Estados Unidos convirtiéndose luego en la tormenta perfecta dejando caos y desolación.
Hubo noticias buenas, algunas no
tan buenas y otras sencillamente nos dejaron con la boca abierta. Desde
comienzos del año 2012 el mundo se vistió de luto por diferentes masacres,
atentados suicidas, intolerancias que dejaron un mar de sangre alrededor del
globo terráqueo. 53 muertos fue el resultado de un atentado terrorista ocurrido
en Basora, Irak donde las víctimas fueron peregrinos que estaban participando
en una actividad islámica. En ese mismo mes de enero en Nigeria nueve personas
de religión cristiana fueron asesinadas y sus templos destruidos. Mientras que
semanas después en Siria los bombardeos dejaban 260 personas masacradas en
zonas residenciales. Durante el mes de abril, en plena celebración de Semana
Santa un atentado terrorista contra iglesias cristianas dejó 38 personas
muertas. A finales del mes de mayo en la ciudad de Hula, Siria ocurrió otra
masacre donde 108 personas, entre ellos civiles y niños fueron ejecutados en
sus propios domicilios. El 20 de julio, durante el tan esperado estreno de la
película The Dark Knight Rises en un cine en Aurora, Colorado un pistolero mató
a 12 personas creando caos e indignación. Estas no son todas las noticias
desagradables, sólo son una parte entre tantos eventos que muchas veces
resultan incomprensibles a nuestras mentes y nuestras almas.
No puedo dejar de mencionar la
noticia que conmocionó al mundo entero el pasado 14 de diciembre donde 27
personas murieron en la Escuela Elemental Sandy Hook en el pueblo de Newton en
Connecticut. Ese día 20 niños asesinados realizarían su casita de Jengibre. Se
encontrarían ansiosos pues se acercaba el día de Navidad y como todo niño sus
mentes no dejarían de pensar en los regalos que tendrían. Muñecas, trencitos,
carritos de control remoto, computadoras, bicicletas, casas y castillos para sus
barbies, regalos que estarían en las listas de estos pequeños. Esperarían la
nieve para hacer un gran muñeco de nieve con sus hermanitos. Otros realizarían
el drama de Navidad, unos serían ángeles, pastorcitos, los Reyes, los
animalitos. Cantarían la Noche de Paz, comerían dulces, pasteles, jugos de
fresas, piloncillos de menta. Harían postales con brillos y tules para sus
amiguitos de clase, escucharían los cuentos del Grinch y el de Rudolph.
Pondrían bombillas, lazos, bolas de colores y una estrella a su árbol de
navidad. Sólo imagino las tiernas sonrisas de los inocentes, sus carcajadas,
sus tiernas manitas acariciando a mamá y papá, su despedida habitual de cada
mañana al dejarlos en la escuela, sus bultitos de la cenicienta, de batman, sus
loncheritas con la meriendas, la galleta, su jugo favorito. Imagino el calor de
sus dulces besos en las mejillas de sus padres, sus abuelos. Los quiero
imaginar cantando, bailando, riendo, gritando, corriendo por los pasillos
haciendo travesuras.
No quiero ver la desgracia en
todo esto, quiero ver la perfección. De todos estos eventos mundiales en este
año y en especial el de Sandy Hook quiero seguir viendo lo que vi, en medio de
una tragedia como esta la humanidad se une, se abrazan, lloran juntos,
comparten el dolor de otros porque saben que es el de todos. Me conmocionó como
una mujer viajó de un estado de la nación a otro en un RV para llevar pastel de
manzana a las personas donde ocurrió esta tragedia. El correo no paraba de
recibir cartas de apoyo de personas del mundo entero para decir estamos
contigo, compartimos tu pérdida, te amamos. Hubo vigilias, peluches, flores,
pero sobre todo vi héroes que dieron su vida en este incidente. Vi a Jesús en
una maestra que ocultó sus estudiantes en los armarios pero ella se ofreció en
sacrificio.
No es esto la perfección divina.
Sí lo es. Cada noticia lo es. Porque cuando estamos concientes de que estas
almas están ante la presencia de la Majestuosidad, del Invisible, de un Dios
maravilloso que nos dice, en medio de la tragedia yo también estoy. El ve la
unidad, las desgracias es eso que existe en el plano ilusorio de nuestra
estancia aquí en nuestros cuerpos lo que nos hace ser mejores seres. Cuando
experimentamos eso, nos duele, no lo podemos explicar, nuestra mente solo piensa
en la pérdida, pero nuestra alma sabe algo más. Estos ángeles que se fueron,
que nos fueron arrebatados violentamente están en un lugar que yo lo compararía
al mundo mágico de Disney. Son luces eternas que están cantando sus villancicos
en el cielo. Ya terminaron sus casitas de Jengibre y no dejan de sonreir. Ya
abrieron sus regalos de cajitas de estrellas con las que ellos están dibujando
otros planetas. Están montados en un carrusel de unicornios azul turquesa que
da vueltas y vueltas. Dios mira dulcemente esas luces que acaban de llegar y se
alegra de que estén de vuelta en casa, su verdadero hogar, mientras tanto mira
a la Tierra y ve con compasión a los padres, amigos y familiares terrenales de
estas lucecitas. Les promete que todo estará bien, que algún día se reunirán
con las lucecitas y no habrá más llanto ni dolor sino una eterna paz.