Es posible que en ocasiones usted haya
tenido a un “atacante” que lo ha ofendido, haya cometido perjurio en contra
suya o lo haya maltratado, entre otros eventos que pueden afectar las
relaciones humanas entre sí. Unas en menor grado “superficiales”, otras de
mayor grado “extremas”, pero lo cierto es que pueden lograr afectarlo
emocionalmente y arrastrar el “incidente” del “atacante” el resto de su vida.
Son situaciones que pueden enemistarlo con su pareja, con algún familiar,
amigo, compañero de trabajo, de la iglesia o vecino…muchas situaciones
“superficiales” que atadas al “ego” humano las convertimos en “extremas” difícil
de perdonar.
¿Puede ser el hermano mayor juzgado por haberle
quitado la vida a su hermano menor?
Por lo tanto las situaciones “extremas”
son aún más difíciles de perdonar, pero aún así está en nuestra esencia de
nuestro “ser” el hacerlo. Les mencionaré dos ejemplos “extremos” que cambiando
la perspectiva de mirar los incidentes se puede lograr superar esas “extremas”
situaciones difíciles de perdonar...
La primera, hemos tenido conocimiento en algún momento del accidente que ocurre cuando un niño de 8 ó 6 años mata a su hermano menor de 4 ó 3 años jugando a policías, vaqueros, soldados, con el arma de fuego de uno de sus padres. ¿Puede ser el hermano mayor juzgado por haberle quitado la vida a su hermano menor? Obviamente no. ¿Los padres pueden dejar de amar al hermano mayor por haberle quitado la vida al hermano menor? Obviamente no.
La primera, hemos tenido conocimiento en algún momento del accidente que ocurre cuando un niño de 8 ó 6 años mata a su hermano menor de 4 ó 3 años jugando a policías, vaqueros, soldados, con el arma de fuego de uno de sus padres. ¿Puede ser el hermano mayor juzgado por haberle quitado la vida a su hermano menor? Obviamente no. ¿Los padres pueden dejar de amar al hermano mayor por haberle quitado la vida al hermano menor? Obviamente no.
El dolor de los padres ante semejante
perdida es devastador, es una situación “extrema” que sólo el amor por el otro
hijo que les queda vivo puede superar y sanar. Nuestras leyes en muchas
ocasiones obvian el dolor de la pérdida de esos padres porque necesitan hacer
justicia y encontrar un culpable, muchos son acusados de negligencia o maltrato
de menores. Pero la realidad del hecho es la inocencia de un juego de niños que
no sabían lo que hacían, le costo la vida a un hermano, a un hijo, a un ser humano.
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”
La segunda, Jesús exclamó “Padre,
perdónalos porque no saben lo que hacen”, Jesús fue víctima de “atacantes” que
le hicieron burlas, maltratos, perjurios, ofensas…situaciones “superficiales”…
en las situaciones “extremas” sufrió latigazos, abuso, maltrato físico,
crucificado y privado de su vida…aún así proclamo el perdón.
Estos dos casos de situaciones “extremas”
muestran la inocencia y la ignorancia de no saber las consecuencias de los
hechos realizados. En el caso de los padres, el amor hacia el otro hijo nos
inspira, los padres tienen el conocimiento que el hijo mayor no deseaba matar a
su hermano, ¡sólo estaban jugando!. En el caso de Jesús no sólo nos inspira,
nos obliga a perdonar, sin importar nuestros resentimientos o nuestro “ego”.
Jesús mostró el camino, vea a su “atacante” como a su hermano menor que no sabe
lo que hace, vea en él su inocencia, vea su ignorancia, que no sabe que sus
acciones va contra él mismo…así podrá exclamar como Jesús y perdonar a su
“atacante” porque a conciencia no sabe lo que hace. Estas situaciones de lamentables “incidentes” nos brinda la oportunidad de ver el amor de los padres que perdieron a su hijo, por
otro lado, el amor que proclamó Jesús por sus “atacantes” derrumba cualquier
barrera egoísta de nuestra parte … aún en sus últimos suspiros abogó por el perdón,
justificándolos con las frase “porque
no saben lo que hacen”.
Parte de la oración del Padre Nuestro
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden...
Esas frases del Padre Nuestro nos recuerda que es un deber recíproco de todo aquél que desea llevar una vida cristina, con buen karma, sea de la creencia religiosa que sea. Este punto del perdón es una enseñanza universal de una sana convivencia, deseamos perdón, debemos perdonar. Esto significa estar en armonía con usted mismo y su prójimo. Tenemos que ver cada agresión de
nuestro “atacante” como una oportunidad para perdonar, para demostrarnos a
nosotros mismos como estamos en nuestra encomienda de imitar al Nazareno en
nuestro camino en las situaciones “superficiales” y “extremas” de la vida con
nuestro prójimo……¿Entiende ahora porqué tiene que perdonar a su “atacante” 70
veces siete? No es por su "atacante" es por usted mismo, el que debe sanar. Jesús lo hizo, ese es el camino…¡Estamos destinados a perdonar y
ser perdonados! ¿Puede usted negarse a perdonar? Obviamente no.