¿Cuando creyó en El?¿Cuando resucitó?
Recordemos que Jesús siempre dijo que El
y El Padre eran Uno, que El era el Hijo del Hombre, que El era el Hijo de Dios,
que Dios era su Padre. También anunció que ante su partida se nos enviaría el
Espíritu Santo, el Consolador. Pocos se aventuraron a creer en lo que Jesús
decía, los Fariseos los religiosos en la época de Jesús, fueron los primeros en
oponerse a sus enseñanzas, los romanos luego de múltiple debates y concilios
oficializó el Cristianismo como religión oficial del imperio romano.
Sin embargo este punto sobre si Jesús fue
Dios o no, o si Dios fue encarnado en Jesús o si Jesús es el hijo Dios, más el
concepto de la Trinidad fueron temas que consternaron a los emperadores, a los
judíos y cristianos desde antes, durante y después del tiempo de Jesús. Muchas
personas dan por sentado que el concepto de la Trinidad por ejemplo fue
establecido por Dios…pero realmente todo esto sucedió en varios Concilios
Católicos, de hecho establecer solamente que Jesús es Dios o que fue humano y
divino fue un debate que se extendió por cerca de 400 años que se consideró en
varios Concilios Católicos. A continuación un breve resumen de estos Concilios
que se reunían para poner freno a los disidentes quienes eran condenados por
herejía por no estar acorde con las doctrinas, dogmas y posturas de la Iglesia.
Estos Concilios se extendieron por cerca de 700 años, en ellos se establecieron
las bases de la Iglesia Cristiana. Podrá notar una fuerte presencia de los
emperadores romanos en los Concilios y su influencia en los mismos.
La Iglesia vs Arrio
El primero, Concilio de Nicea en el
año 325 DC, se produjo cerca de 300 años después
de la crucifixión de Jesús. De
este Concilio nace el primer concepto de fe con el Credo de Niceno, también se
defendió la divinidad del Hijo de Dios y se estableció la fecha para celebrar
la Pascua. Todo esto sucede en un momento de la historia donde el Emperador
Constantino interviene directamente en el asunto religioso. Inclusive
presidiendo el Concilio debido al conflicto religioso que existía entre las
distintas corrientes de creencias religiosas principalmente por el Arrianismo
que se oponía al dogma Trinitario. Los Arrianos sostenían que el Hijo fue la
primera criatura creada por Dios antes del principio de los tiempos. Según el
Arrianismo, este Hijo, que luego se encarnó en Jesús, fue un ser creado con
atributos divinos, pero no era Dios en y por Sí mismo, en otras palabras esta
doctrina sostenía que Jesús era hijo de Dios, pero no Dios mismo.
La Iglesia vs Macedonios
El segundo, Concilio el de
Constantinopla I en el año 381 DC, se produjo cerca de 350 años después de la crucifixión de Jesús.
Fue convocado por otro emperador Teodosio I, en este Concilio se defendió la
divinidad del Espíritu Santo y se condenó a los que no aceptaban la divinidad
del Espíritu Santo, entre ellos los Macedonios que no negaban la divinidad de
Jesucristo, pero sí la del Espíritu Santo al que consideraban como una criatura
del Hijo y por tanto inferior a este.
La iglesia vs Nestorio y Pelagio
El tercero, Concilio de Efeso en el
año 431, se produjo cerca de 400 años después de
la crucifixión de Jesús. Convocado por el emperador de oriente Teodosio II, en
este Concilio se decretó a Jesús como la Palabra de Dios Encarnada y a María
como la madre de Dios. En este Concilio se condenó al obispo de Constantinopla
Nestorio por enseñar que Jesús era una persona y no dos personas distintas (dos
naturalezas) en un cuerpo y que María es sólo la madre del Jesús humano y que
no debería ser llamada "Madre de Dios".
Pelagio otro condenado de herejía por la
Iglesia, negaba la existencia del pecado original,
Pelagio afirmaba que la falta habría afectado sólo a Adán, por tanto la
humanidad nacía libre de culpa y una de las funciones del bautismo, limpiar ese
supuesto pecado, quedaba así sin sentido. Además, defendía que la gracia no
tenía ningún papel en la salvación, sólo era importante obrar bien siguiendo el
ejemplo de Jesús.
La Iglesia vs Monofisismo y Eutiques
El cuarto, Concilio de Calcedonia en
el año 451, se produjo cerca de 420 años después
de la crucifixión de Jesús. Convocado por el emperador de oriente Marciano, en
este Concilió se decretó a Jesús como totalmente divino y totalmente humano,
dos naturalezas en una persona. Se
rechazo la doctrina del Monofisismo que sostiene que en Jesús sólo está presente
en la naturaleza divina, pero no la humana. El dogma definido en Calcedonia y
mantenido por la Iglesia Ortodoxa y la Iglesia Católica sostiene que en Cristo
existen dos naturalezas, la divina y la humana “sin separación” y “sin
confusión”. Sin embargo, el Monofisismo de Eutiques mantiene que en Cristo
existen las dos naturalezas, “sin separación” pero “confundidas”, de forma que
la naturaleza humana se pierde, absorbida, en la divina.
Luego de este Concilio se celebraron
otros tantos que incluyeron la confirmación de la doctrina de la Santa Trinidad
en el Concilio de Constantinopla II en el año 553 DC, se definieron las dos
voluntades de Cristo humana y divina en el Concilio de Constantinopla III en el
año 680-681 DC, se afirmó el uso de íconos como expresión de fe, regulando la
veneración de imágenes sagradas en el Concilio Nicea II en el año 787 DC, se
anula un Concilio y se rechaza la Cláusula filioque entre la Iglesia Católica y
Ortodoxa en el Concilio Constantinopla IV en el año 879-880…
Luego de 2,000 años DC, de teología, de
debates, de condenas, de concilios, de ciencia, de distintas religiones, de la
diversidad de ideas y creencias religiosa, el debate de ¿Quién posee la verdad?
o el mejor camino para llegar a Dios continúa… Nuestra falta de fe no nos deja
creer en las palabras de Jesús, de quién era El, pero Jesús tenía la verdad y
nos dijo; “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6 ¿Entonces por
qué no creerle a Jesús?
No importa cuando la iglesia hizo Dios a
Jesús, lo importante es cuando usted lo va a creer en El. Hoy día muchos siguen sin
creer en las palabras de Jesús, otros no creen en Dios…nos ahogamos en debates
y luchas innecesarias por convencer al prójimo de que nuestra enseñaza le
llevará a Dios más rápido y seguro que la otra religión…no hay religión, sólo
hay que seguir a Jesús y encontraremos el camino universal del amor que nos
conducirá al Padre y a la vida eterna.
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