“Hay sólo una verdad, aunque los sabios
la llamarán con muchos nombres. Uno”
Año 3016 de nuestra era. Un grupo de
científicos decidió realizar un experimento en donde se aisló a un niño del
concepto y experiencia de cualquier religión y filosofía en el mundo acerca de
Dios. De hecho nunca le mencionaron el concepto Dios. Cuando cumplió la mayoría
de edad decidieron presentarle todas y cada una de las distintas religiones que
la humanidad practicaba. Así que le proveyeron información y también que pasara
un tiempo compartiendo con los diversas organizaciones religiosas, grupos filosóficos y entidades no
creyentes en Dios. Al final del experimento el joven debería escoger a qué
grupo pertenecer. Luego de un tiempo considerable el joven rindió un informe a
los científicos. A continuación el resultado de la misma.
Dios es sinónimo de la naturaleza,
de la ciencia y del conocimiento.
Señores y Señoras de la comunidad
científica:
Luego de haber estudiado, analizado y
experimentado con cada grupo he llegado a la siguiente conclusión. Cada
religión, filosofía y ciencia trata de definir a Dios. Todas tienen sus
diversas creencias y criterios sobre lo que entienden es la verdad. Algunas se
asemejan mientras otras se distancian considerablemente de sus diversos puntos,
ideas, creencias, dogmas, doctrinas y ritos. Todas las religiones afirman que
sólo ellas tienen la palabra de Dios preservada en su libro sagrado. Algunas
creen que Dios es masculino, otras que es femenino y otras que es neutro. Todas
las religiones y filosofías se sienten completamente seguras de su evidencia,
pero se ríen de las evidencias que otras
presentan sobre Dios. Sin embargo esto fue lo que descubrí de cada una
de ellas:
Me entusiasma el concepto de Albert
Einstein. Dios es sinónimo de la naturaleza, de la ciencia y del conocimiento.
Me maravillo con el ateísmo porque considera que el hombre es el fin de sí
mismo, el artífice único de su propia historia. Me asombra el teísta porque
cree en un ser supremo, fuente y sustento del universo. Me divierte el
agnosticismo porque establece que la existencia de Dios y otros seres
espirituales no es segura ni imposible. Me gusta la sinceridad de los filósofos
existenciales ya que perciben a Dios como una contradicción. Me río con los filósofos positivistas
que entienden que todo lo que se diga de Dios es tontería. Admiro los que
practican el fideísmo porque designan la fe como la única salvación. Admiro la teología natural pues esta se
basa en el estudio del conocimiento de Dios, a través de la razón evitando
recurrir a procedimientos sobrenaturales.
Me conmueve el budismo porque establece
que cada ser humano es precioso e importante. Me inspira el mormonismo porque
enseña que tenemos que aprender cómo ser dioses, reyes y sacerdotes igual que
todos los dioses lo han hecho antes de nosotros. Respeto el Judaísmo por su fidelidad
a su Dios, tradición y costumbres. Me perpleja la entrega en el Islam y sus
cinco pilares.
Cada religión, filosofía y ciencia
trata de definir a Dios.
Me obsesiona el Tantra ya que dice que
todo es Dios y acepta todo en la vida como sagrado. Reverencio el hinduismo
porque expresa que Dios está en todas las cosas incluyendo el yo. Me reta el
Tao porque enseña a alinearse con la verdad, el camino revelado a través de la
naturaleza la gran maestra y tener armonía en cada momento.
Honro el cristianismo porque un hombre hizo algo que nadie haría y amo la filosofía de
Spinoza porque se atrevió a manifestar en su época:
“Dios hubiera dicho: Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el
pecho, lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.
Quiero que trabajes, que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de
todo lo que he hecho para ti. Mi casa no son esos templo lúgubres, obscuros y
fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las
montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es donde vivo y
ahí expreso mi amor por ti.” Spinoza
Comunidad científica, ustedes me piden
que elija a una, pues esta es mi contestación elijo a todas y a ninguna porque
no importa cuál sea la religión o filosofía, lo único que debemos buscar es lo
que nos une y no lo que nos distancia. Todas hacen su búsqueda y al final todos
nos encontraremos con el Uno, el Tao, el Buda, la madre, el padre, el Cristo,
la luz, la diosa, la energía, el amor, la fuente, el espíritu y aún el que
decide no creer con algo maravilloso habrá de encontrarse al final de su vida
en la tierra. Al final todo lo mismo es, como las aguas del río.
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Copyright © 2010-2013 Time of Metanoia. Todos los Derechos Reservados.
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