Frase o Cita de esta semana:

"Nacer es el comienzo de un viaje que la muerte no detiene, por el contrario, esa transformación, esa liberación le permite al alma liberarse del cuerpo, esto permite seguir el viaje hacía la eternidad donde nos encontraremos con nuestra Divinidad"
Time of Metanoia

30 de mayo de 2012

El manipulador(a) ¿Quién está detrás?

La manipulación, la depredación de la voluntad ajena

A continuación se presenta de manera superficial algunos de los tipos de manipulación, algunas características del manipulador(a)  para que pueda reconocerlo. Como veremos, el mismo Jesús sufrió por este tipo 
de conducta... nadie esta fuera del alcance de este peligroso desorden psíquico.

La manipulación es una conducta ejercida cuando un individuo o grupo de individuos toman control de forma poco escrupulosa de su libertad, su conducta, sus sentimientos y pensamientos. El propósito es que la persona víctima de manipulación esté al servicio de sus necesidades, caprichos e intereses. Puede presentarse en cualquiera de los sectores de la política, la sociedad, la religión y el sector laboral, entre otros. Es una conducta que cada día es más grave, resultando en consecuencias desastrosas. Esto está comprobado científicamente ya que los efectos de la manipulación sobre la víctima son la enfermedad o la muerte. Los manipuladores(a) utilizan la persuasión o sugestión con el propósito de limitar las capacidades críticas o de autocrítica de la víctima, interviniendo directamente en la voluntad o juicio del manipulado(a).

Este tipo de conducta está en la categoría de desorden psíquico que afecta a individuos de todos las clases sociales. Una persona manipuladora puede presentarse como un individuo simpático(a) o no, incluso como una víctima. Utilizan a otros sin remordimientos con un objetivo narcisista de poder tomar ventaja de los demás. Suelen apoyarse en la persuación, mentira, seducción y coacción por fuerza o amenaza. La manipulación psíquica puede ser una de las herramientas de ciertas formas de tortura mental, emocional y espiritual. Este comportamiento desviado o perverso puede ser por un desorden de la personalidad, cuyas causas se remontan a la infancia o a la educación del manipulador(a).

La manipulación se presenta en las relaciones interpersonales con rasgos patológicos en las que una o ambas personas tienen un estilo de relación interpersonal desequilibrado. Esto se debe a conflictos adquiridos en el desarrollo de su personalidad que le impiden respetar la libertad de los demás. Puede darse en cualquier tipo de relación, pero es más compleja y difícil de sobrellevar cuando se trata de un ser querido. En ese caso, cuando la víctima es un familiar directo y tiene sentimientos de culpa o una errónea interpretación de su rol en la relación no encuentra defensa ante esa conducta. Otra de sus víctimas son las personas con personalidades más débiles o dependientes quienes tienden a ser más vulnerables frente a ellos. El hecho de no poder enfrentarlos genera un círculo vicioso que acentúa dichas características. Aunque los casos más notables se observan entre matrimonios y la familia inmediata, esto no excluye los otros sectores de la sociedad, de hecho como veremos más adelante el propio Jesús no estuvo excento de esta conducta.


La importancia para su vida; reconocer a un manipulador(a)

El manipulador(a) es un especialista en disfraces y es un actor con la capacidad de interpretar varios personajes. En cuanto al personaje son capaces de emplear de todo tipo, desde el simpático(a), víctima (los más usado) hasta el de dictador(a). Utilizan el papel o el disfraz más conveniente para cada ocasión que se le presente con el fin de “manipular” a los demás. En un principio se presentan como personas encantadoras, víctimas del mundo y la mala suerte. Piden mucho, dan muy poco y cuando dan lo hacen a cambio de un beneficio propio, generalmente oculto. Para alcanzar sus objetivos no escatiman en esfuerzos, logrando así generar en otros sentimientos de pena, interpretando uno de sus papeles favoritos, el de víctima. Esa es la razón por la que resulta tan difícil detectarlos en una sociedad llena de ellos. El manipulador(a) quiere lograr que el otro haga lo que él quiere sin que su víctima se de cuenta y con la menor resistencia posible. Nunca reconoce sus defectos y errores pero aún así consigue que los otros lo toleren por su gran habilidad de socialización y persuasión.

Las personas manipuladoras son concientes de sus estrategias. Usualmente utilizan sus pérdidas y fracasos como herramienta para conseguir que lo ayuden y así alcanzar alguna ventaja o beneficio monetario.  Les encanta proyectar pena, aunque a sus espaldas se siente satisfecho de haber logrado que usted haga exactamente lo que él deseaba.

Los manipuladores se muestran muy seguros de sí mismos. Son las típicas personas que creen saber de todo, especialmente si se destacan en algún tema o grupo en particular de su entorno social, religioso, político, etc. En su interior aunque logran disimularlo son muy ambiciosos. Al principio tratan de ser agradables, pero cuando ya se han “ganado” su confianza comienzan a mentir y a mostrarse egoístas.
Agotan a las personas que los rodean y perjudican a los demás con sus pedidos, haciendo sentir a los demás frustrados, desilusionados y defraudados. Son intolerantes y actúan sobre los puntos débiles de quienes desean obtener un beneficio, aprovechándose de ellos. Nunca tienen en cuenta las necesidades del otro, aunque las utilizan como argumentos para alcanzar sus propias metas. No les importa lo que usted le dice, sólo le importa que usted le escuche.

Los tipos de manipulación

La manipulación simpatica o persuasiva
El manipulador(a) utiliza la persuasión de una forma “dulce” para lograr lo que quiere. El manipulador(a) simpático lo es sólo hasta cierto límite. Cuando interferimos en su poder, en su territorio enfrentándolo se transforma al instante, pasando a su personaje paranoico, autoritario e intransigente.  Cuando le negamos algo, se vuelve irónico, sarcástico e incluso malévolo. Al igual que cualquier otro manipulador(a) no soporta las observaciones, críticas o reproches.

La manipulación egocéntrica
Es la que se usa en busca de un beneficio personal. Es la favorita de las personas a las que les gusta el poder, el dinero, el reconocimiento, la fama, entre otros. Generalmente el manipulador(a) egocéntrico es un allegado que está tan concentrado en su objetivo que no logra ver lo negativo de su comportamiento. Es difícil discutir con la persona y hacerle cambiar de opinión dado que piensa que el o ella hacen todo correcto.

La manipulación malintencionada
Basada en la falsedad más sórdida. Con ella sólo se busca de forma consciente y voluntaria, la destrucción de la otra persona. La persona manipuladora por excelencia trabaja en la sombra y puede ser muy apreciada en su entorno. Un rostro amable detrás del que se esconde un ser malintencionado. Generalmente se identifica como una persona que no reconoce sus errores y es paranoica, ya que teme ser descubierto por su entorno y perder su prestigio y credibilidad. Puede manipular a través de terceros para lograr sus fines.

Los manipuladores religiosos o doctrinales


Con esta poca información podemos entender que una persona “manipuladora” es una persona con la que nos tropezaremos en algún momento de nuestras vidas. ¿Pero qué sucede si nos encontramos con personas manipuladoras representando un papel o disfraz en algún círculo social, laboral, político o religioso? 
Puede ser muy agobiante tener a un manipulador(a) cerca en cualquier ámbito social. Por ejemplo, esta conducta en el grupo social religioso es un obstáculo para el desarrollo mental, sicológico y espiritual del propio “manipulador(a)” , de sus allegados y todos los de su entorno. Su conducta es contradictoria al alejarse de los principios de amor, bondad, consideración, honestidad, integridad, respeto, tolerancia, entre otros proclamados por Jesús. Representa un reto para los que le rodean debido a que puede ser difícil tenerle confianza. Además de las congruencias de sus acciones, por ser estas opositoras, encuentran un contraste serio a las enseñanzas espirituales de Jesús.

Jesús fue el primero en respetar nuestras desiciones, nuestra voluntad, El nos exhortó, nos recomendó el camino a seguir.  No nos impuso nada, no nos obligó a creerle o seguirle… El respetó la voluntad de Dios que nos había otorgado de antemano, el libre albedrío…

La vida de Jesús no fue excenta de los manipuladores(a) de hecho presenta un claro ejemplo de manipulación ejercida por un grupo de individuos. El pueblo “escogido” y sus representantes religiosos manipularon a Pilatos para que este cumpliera con sus intereses…la cruxificción y muerte de Jesús… ¿La razón? Jesús era una amenaza para sus convicciones, era una amenaza para sus estilos de vida, era una amenaza para culminar con las manipulaciones religiosas ejercidas por este grupo de individuos..Así de injustos e inhumanos pueden ser los manipuladores(a) desean eliminar, destruir la reputación de todo aquel que los confronta.

Los frutos del espíritu...una buena señal
La ausencia de amor, de los frutos del espíritu, la falta de escrúpulos son las primeras señales que usted podrá observar del “manipulador(a)” una vez que se haya dado tiempo en conocerlo más a fondo, más allá del papel de simpático(a). Se dará cuenta usted que el “manipulador(a)” se siente más cómodo con las viejas costumbres y las enseñanzas del pasado donde se predominaba el control de otros a través de la manipulación, temor, fuerza y condenación…lo opuesto a lo enseñado por Jesús.

Los manipuladores con base en la religión o doctrinas representan una amenaza seria a los individuos que se exponen a ellos, pueden verse expuestos a perder u obviar sus propios principios, su propia voluntad y su propia conducta. Sus acciones y mensajes pueden inducirlo a confusión, al punto de afectar su salud mental y física debido a lo desgastante que puede ser los manipuladores en esta área.

En la primera parte de las escrituras de la Biblia se encuentran varios personajes que representan unas conductas manipuladoras y controladoras como lo fue Absalon, Acab y su esposa Jetzabel, entre otros. Aunque parezca contradictorio a algunos de los que gustan de manipular conocen el paradero hacia donde sus acciones los lleva, pero la incomprensión de su condición no les permite alejarse debido que tal conducta es la única que les brinda control, poder y seguridad en sí mismo. Lo que les permite pensar con seguridad de que ellos no correrán con la misma suerte de los manipuladores del pasado. Ellos no se ven así mismos actuando como manipuladores a pesar que sus acciones lo confirman. Su justificación es basada en la interpretación de las escrituras de sus respectivas religiones o doctrinas, sintiéndose con la autoridad de no hacer cambios de conducta…aún conociendo el ejemplo que nos brindó Jesús a la oposición de este tipo de comportamiento. Repito, Jesús fue el primero en respetar nuestras desiciones, nuestra voluntad, El nos exhortó, no nos impuso nada, no nos obligó a creerle o seguirle… El respeto la voluntad del Padre que nos había otorgado de antemano el libre albedrío… Entonces, ¿Quién está detrás de este tipo de comportamiento? ¿Conteste la pregunta y cuídese?


Copyright © 2010-2013 Time of Metanoia. Todos los Derechos Reservados.