La
manipulación, la depredación de la voluntad ajena
A continuación se presenta de manera superficial algunos de los tipos de manipulación, algunas características del manipulador(a) para que pueda reconocerlo. Como veremos, el mismo Jesús sufrió por este tipo
de conducta... nadie esta fuera del alcance de este peligroso desorden psíquico.
de conducta... nadie esta fuera del alcance de este peligroso desorden psíquico.
La manipulación es una conducta ejercida
cuando un individuo o grupo de individuos toman control de forma poco
escrupulosa de su libertad, su
conducta, sus sentimientos y pensamientos. El
propósito es que la persona víctima de manipulación esté al servicio de sus necesidades, caprichos e intereses. Puede presentarse en cualquiera de los
sectores de la política, la sociedad, la religión y el sector laboral, entre
otros. Es una conducta que cada día es más grave, resultando
en consecuencias desastrosas. Esto está comprobado científicamente ya que los
efectos de la manipulación sobre la víctima son la enfermedad o la muerte. Los manipuladores(a) utilizan la persuasión o sugestión con el
propósito de limitar las capacidades críticas o de autocrítica de la víctima,
interviniendo directamente en la voluntad o juicio del manipulado(a).
Este tipo de conducta está en la
categoría de desorden psíquico que afecta a individuos de todos las clases
sociales. Una persona manipuladora puede presentarse como un individuo
simpático(a) o no, incluso como una víctima. Utilizan a otros sin
remordimientos con un objetivo narcisista de poder tomar ventaja de los demás.
Suelen apoyarse en la persuación, mentira, seducción y coacción por fuerza o
amenaza. La manipulación psíquica puede ser una de las herramientas de ciertas
formas de tortura mental, emocional y espiritual. Este comportamiento desviado
o perverso puede ser por un desorden de la personalidad, cuyas causas se
remontan a la infancia o a la educación del manipulador(a).
La manipulación se presenta en las
relaciones interpersonales con rasgos patológicos en las que una o ambas
personas tienen un estilo de relación interpersonal desequilibrado. Esto se
debe a conflictos adquiridos en el desarrollo de su personalidad que le impiden
respetar la libertad de los demás. Puede darse en cualquier tipo de relación,
pero es más compleja y difícil de sobrellevar cuando se trata de un ser querido.
En ese caso, cuando la víctima es un familiar directo y tiene sentimientos de
culpa o una errónea interpretación de su rol en la relación no encuentra
defensa ante esa conducta. Otra de sus víctimas son las personas con
personalidades más débiles o dependientes quienes tienden a ser más vulnerables
frente a ellos. El hecho de no poder enfrentarlos genera un círculo vicioso que
acentúa dichas características. Aunque los casos más notables se observan entre
matrimonios y la familia inmediata, esto no excluye los otros sectores de la
sociedad, de hecho como veremos más adelante el propio Jesús no estuvo excento
de esta conducta.
La
importancia para su vida; reconocer a un manipulador(a)
El manipulador(a) es un especialista en
disfraces y es un actor con la capacidad de interpretar varios personajes. En
cuanto al personaje son capaces de emplear de todo tipo, desde el simpático(a),
víctima (los más usado) hasta el de dictador(a). Utilizan el papel o el disfraz
más conveniente para cada ocasión que se le presente con el fin de “manipular”
a los demás. En un principio se presentan como personas encantadoras, víctimas
del mundo y la mala suerte. Piden mucho, dan muy poco y cuando dan lo hacen a
cambio de un beneficio propio, generalmente oculto. Para alcanzar sus objetivos no escatiman en
esfuerzos, logrando así generar en otros sentimientos de pena, interpretando
uno de sus papeles favoritos, el de víctima. Esa es la razón por la que resulta
tan difícil detectarlos en una sociedad llena de ellos. El manipulador(a)
quiere lograr que el otro haga lo que él quiere sin que su víctima se de cuenta
y con la menor resistencia posible. Nunca reconoce sus defectos y errores pero
aún así consigue que los otros lo toleren por su gran habilidad de
socialización y persuasión.
Las personas manipuladoras son
concientes de sus estrategias. Usualmente utilizan sus pérdidas y fracasos como
herramienta para conseguir que lo ayuden y así alcanzar alguna ventaja o
beneficio monetario. Les encanta
proyectar pena, aunque a sus espaldas se siente satisfecho de haber logrado que
usted haga exactamente lo que él deseaba.
Los manipuladores se muestran muy seguros
de sí mismos. Son las típicas personas que creen saber de todo, especialmente
si se destacan en algún tema o grupo en particular de su entorno social,
religioso, político, etc. En su interior aunque logran disimularlo son muy
ambiciosos. Al principio tratan de ser agradables, pero cuando ya se han
“ganado” su confianza comienzan a mentir y a mostrarse egoístas.
Agotan a las
personas que los rodean y perjudican a los demás con sus pedidos, haciendo
sentir a los demás frustrados, desilusionados y defraudados. Son intolerantes y
actúan sobre los puntos débiles de quienes desean obtener un beneficio,
aprovechándose de ellos. Nunca tienen en cuenta las necesidades del otro,
aunque las utilizan como argumentos para alcanzar sus propias metas. No les
importa lo que usted le dice, sólo le importa que usted le escuche.
Los tipos de
manipulación
La manipulación simpatica o
persuasiva
El manipulador(a) utiliza la persuasión
de una forma “dulce” para lograr lo que quiere. El manipulador(a) simpático lo
es sólo hasta cierto límite. Cuando interferimos en su poder, en su territorio
enfrentándolo se transforma al instante, pasando a su personaje paranoico,
autoritario e intransigente.
Cuando le negamos algo, se vuelve irónico, sarcástico e incluso
malévolo. Al igual que cualquier otro manipulador(a) no soporta las
observaciones, críticas o reproches.
La manipulación egocéntrica
Es la que se usa en busca de un beneficio
personal. Es la favorita de las personas a las que les gusta el poder, el
dinero, el reconocimiento, la fama, entre otros. Generalmente el manipulador(a)
egocéntrico es un allegado que está tan concentrado en su objetivo que no logra
ver lo negativo de su comportamiento. Es difícil discutir con la persona y
hacerle cambiar de opinión dado que piensa que el o ella hacen todo correcto.
La manipulación malintencionada
Basada en la falsedad más sórdida. Con
ella sólo se busca de forma consciente y voluntaria, la destrucción de la otra
persona. La persona manipuladora por excelencia trabaja en la sombra y puede
ser muy apreciada en su entorno. Un rostro amable detrás del que se esconde un
ser malintencionado. Generalmente se identifica como una persona que no
reconoce sus errores y es paranoica, ya que teme ser descubierto por su entorno
y perder su prestigio y credibilidad. Puede manipular a través de terceros para
lograr sus fines.
Los manipuladores religiosos o doctrinales
Los manipuladores religiosos o doctrinales
Con esta poca información podemos
entender que una persona “manipuladora” es una persona con la que nos
tropezaremos en algún momento de nuestras vidas. ¿Pero qué sucede si nos encontramos
con personas manipuladoras representando un papel o disfraz en algún círculo
social, laboral, político o religioso?
Puede ser muy agobiante tener a un
manipulador(a) cerca en cualquier ámbito social. Por ejemplo, esta conducta en
el grupo social religioso es un obstáculo para el desarrollo mental, sicológico
y espiritual del propio “manipulador(a)” , de sus allegados y todos los de su
entorno. Su conducta es contradictoria al alejarse de los principios de amor,
bondad, consideración, honestidad, integridad, respeto, tolerancia, entre otros
proclamados por Jesús. Representa un reto para los que le rodean debido a que
puede ser difícil tenerle confianza. Además de las congruencias de sus
acciones, por ser estas opositoras, encuentran un contraste serio a las
enseñanzas espirituales de Jesús.
Jesús fue el primero en respetar nuestras
desiciones, nuestra voluntad, El nos exhortó, nos recomendó el camino a
seguir. No nos impuso nada, no nos
obligó a creerle o seguirle… El respetó la voluntad de Dios que nos había
otorgado de antemano, el libre albedrío…
La vida de Jesús no fue excenta de los
manipuladores(a) de hecho presenta un claro ejemplo de manipulación ejercida
por un grupo de individuos. El pueblo “escogido” y sus representantes
religiosos manipularon a Pilatos para que este cumpliera con sus intereses…la
cruxificción y muerte de Jesús… ¿La razón? Jesús era una amenaza para sus
convicciones, era una amenaza para sus estilos de vida, era una amenaza para
culminar con las manipulaciones religiosas ejercidas por este grupo de
individuos..Así de injustos e inhumanos pueden ser los manipuladores(a) desean
eliminar, destruir la reputación de todo aquel que los confronta.
Los frutos del espíritu...una buena señal
La ausencia de amor, de los frutos del
espíritu, la falta de escrúpulos son las primeras señales que usted podrá
observar del “manipulador(a)” una vez que se haya dado tiempo en conocerlo más
a fondo, más allá del papel de simpático(a). Se dará cuenta usted que el
“manipulador(a)” se siente más cómodo con las viejas costumbres y las
enseñanzas del pasado donde se predominaba el control de otros a través de la
manipulación, temor, fuerza y condenación…lo opuesto a lo enseñado por Jesús.
Los manipuladores con base en la religión
o doctrinas representan una amenaza seria a los individuos que se exponen a
ellos, pueden verse expuestos a perder u obviar sus propios principios, su
propia voluntad y su propia conducta. Sus acciones y mensajes pueden inducirlo
a confusión, al punto de afectar su salud mental y física debido a lo
desgastante que puede ser los manipuladores en esta área.
En la primera parte de las escrituras de
la Biblia se encuentran varios personajes que representan unas conductas
manipuladoras y controladoras como lo fue Absalon, Acab y su esposa Jetzabel,
entre otros. Aunque parezca contradictorio a algunos de los que gustan de
manipular conocen el paradero hacia donde sus acciones los lleva, pero la
incomprensión de su condición no les permite alejarse debido que tal conducta
es la única que les brinda control, poder y seguridad en sí mismo. Lo que les
permite pensar con seguridad de que ellos no correrán con la misma suerte de
los manipuladores del pasado. Ellos no se ven así mismos actuando como
manipuladores a pesar que sus acciones lo confirman. Su justificación es basada
en la interpretación de las escrituras de sus respectivas religiones o
doctrinas, sintiéndose con la autoridad de no hacer cambios de conducta…aún
conociendo el ejemplo que nos brindó Jesús a la oposición de este tipo de
comportamiento. Repito, Jesús fue el primero en respetar nuestras desiciones, nuestra
voluntad, El nos exhortó, no nos impuso nada, no nos obligó a creerle o
seguirle… El respeto la voluntad del Padre que nos había otorgado de antemano
el libre albedrío… Entonces, ¿Quién está detrás de este tipo de comportamiento?
¿Conteste la pregunta y cuídese?