Matriarcado vs Patriarcado
No se trata si el matriarcado es mejor que un patriarcado, porque no debería existir el término “mejor” sino igual. En ambos debería existir la unicidad, el amor, la paz y la comprensión con muchas dosis de tolerancia. Bajo la teoría del matriarcado la mujer estaba a cargo de todo en un mundo en armonía. Era la mujer quien tomaba las decisiones, era el eje principal debido a su gran poder de intuición y el don de su sabiduría. La mujer era vista como la madre, siendo respetada por todo el clan de la tribu y eran las grandes sacerdotisas. Según el investigador Hayes constituían el núcleo de la vida social. Es el matriarcado lo que una vez existió en un mundo donde no hubo violencia y donde el daño a la mujer era inimaginable.
Existen sociedades con características parecidas a la de un matriarcado, pero a estas se les conoce como sociedades matrilineales y matrilocales como los Zapoltecas y los Bijagós. Ambas demuestran que la diferencia de los sexos como oposición son construcciones sociales que cuestionan y desnaturalizan el sistema patriarcal. A pesar de que los estudiosos no han encontrado evidencia científica de que el matriarcado haya existido, Lewis Henry Morgan, considerado uno de los fundadores de la antropología moderna establece en su libro ‘La sociedad primitiva’, que en los orígenes de la humanidad hubo comunidades matriarcales. ¿Se podría descartar que alguna vez las mujeres tuvieron el poder?
La historia ha registrado que el patriarcado ha estado carente de todo esto. Desde sus co-mienzos el patriarcado se alejó de la esencia de Dios, nos ha heredado un sistema que no funciona para una sociedad que quiere ser diferente. La intuición, la sensibilidad y las emociones han sido una amenaza para el sistema patriarcal el cual desde tiempos antiguos tenía el pleno dominio y control sobre la mujer. De acuerdo a Federico Engels “la abolición del derecho materno fue [pudo ser] la gran derrota del sexo femenino”. El patriarcado ha dado hombres como Jean Jacques Rousseau que decía: “Una mujer sabia es un castigo para el esposo, sus hijos, sus criados, para todo el mundo. Desde la elevada estatura de su genio, desprecia todos los deberes femeninos, y está siempre intentando hacerse a sí misma un hombre”. Al pasar de los siglos la mujer de la actualidad tiene un rol muy diferente al que le impuso la sociedad desde tiempos muy antiguos. Los principios de la religión, los aspectos culturales y el poder político fueron detonantes que iniciaron la destrucción de lo femenino. En tiempos de la Inquisición miles de mujeres fueron quemadas en la hoguera por sólo recoger hierbas y al estar en contacto con la naturaleza eran acusadas de herejía. En la actualidad se le practica la ablación del clítoris a dos millones de mujeres anualmente, una mutilación genital femenina para anular su sexualidad, que cumpla con sólo la función reproductora y le sean fieles a sus esposos. Esta barbarie es practicada en la actualidad en algunos países.
Los niños que crecen sin angustias, preocupaciones e inseguridades ya que se sienten protegidos. Psicológicamente crecen más sanos en este sistema con características matriarcales que en uno patriarcal como el que conocemos. Respetan a la mujer y esta no es concebida como un instrumento de placer sexual ni de reproducción. No es considerada inferior al hombre, su sociedad no las juzga ni critica. Es una sociedad donde no existen los asesinatos, ni robos, ni violaciones. El hombre trata con delicadeza a la mujer, no ejercen presión el uno sobre el otro y no existe el prejuicio.
Probablemente se considere a los mosuo primitivos o gente de otro mundo. Pero, si analizamos nuestra sociedad ¿Entre las dos cuál realmente sería primitiva? En la nuestra todo gira en base al poder y posesión. Debido a esto tenemos asesinatos, guerras, violaciones, maltrato infantil, genocidios y crímenes de odio. Somos una sociedad enferma diagnosticada con esquizofrenia, paranoia, ira, complejos de inferioridad y otra serie de males que sólo aumentan este cuadro clínico. Analicemos a la sociedad Mosuo y hagamos la pregunta: ¿Por qué su sociedad es libre de violencia? ¿Qué necesita nuestra sociedad para ser curada de su mal diagnóstico?
